Buenos Aires, 21 de Mayo de 2013

Al Sr Presidente del Directorio de la empresa RTA SE

Sr. Tristán Bauer

Los músicos integrantes de la Orquesta Estable de la RTA manifestamos ante el Presidente del Directorio de la Empresa Sr. Tristán Bauer, el resto de los integrantes del Directorio,  y ante la opinión pública en general, que lamentamos profunda y sinceramente que nuestra carta presentada por mesa de entrada el día 15 del corriente mes, firmada por nuestras delegadas gremiales Sras. Silvia Lanzón y María Eugenia Caruncho y el resto de los compañeros reunidos en asamblea, les haya resultado mendaz, inexacta, ofensiva y agraviante a tal punto que motivó la decisión de interrumpir las negociaciones llevadas a cabo en el Ministerio de Trabajo y la suspensión de la realización de nuestros ensayos, lo que implica el despido de todos los músicos y la disolución de la Orquesta, un verdadero Lock-Out patronal sin cumplir con las formalidades que la ley exige y violando la Ley de Medios Audiovisuales.
No fueron esas nuestras intenciones al dirigirnos a ustedes, no existió ni voluntad ni ánimo de agravio, releemos la nota y encontramos dureza pero no agravios, ahora, si alguien se sintió agraviado pedimos formalmente disculpas y retiramos los términos que así pudieran considerarse.
Creemos firmemente haber relatado la realidad que nos agobia y el desenlace de los hechos desafortunados que llevaron a la suspensión de ya varias funciones, la última y que rebasó el vaso, la de la ópera I Pagliacci.
Cabe aquí mencionar con gran respeto que creemos fielmente que la única verdad es la realidad, y la realidad es que la Orquesta Estable de la RTA hace ocho años que funciona con una relación laboral totalmente irregular, la realidad es que durante los últimos tres años hemos desarrollado pacientemente y de buena fe reuniones con el Sr. Gerente de Relaciones institucionales y Prensa, Sr. Roberto Olivieri, y que en ese transcurso no hemos logrado ni siquiera que se respete el convenio colectivo vigente 33/75 para trabajadores eventuales. Apenas hemos conseguido que se nos abonen, mal y tarde, los trabajos realizados fuera de los días de disponibilidad como corresponde a todo trabajador, la realidad es que cobramos salarios miserables y que existe una voluminosa deuda acumulada, la realidad es que no tenemos aportes jubilatorios, ni aguinaldo, ni vacaciones, ni licencias por enfermedad, maternidad, duelo, en realidad ninguna licencia, no tenemos seguro ni para nosotros ni para los instrumentos que gratuitamente aportamos, entre otras tantas carencias.